¿Cuál es la diferencia entre una piel seca y una deshidratada? Probablemente tú también has usado el término deshidratación o sequedad como sinónimos cuando hablamos de problemas en la piel.
Pero, lamentablemente ese es un gran error.
A grandes rasgos, la piel deshidratada carece de agua y la piel seca carece de componentes grasos.
Por lo mismo, la deshidratación y la sequedad en la piel no son provocadas por los mismos factores, tampoco tienen los mismos síntomas y no deben ser tratadas de igual manera.
¿Cómo reconocer si tu piel está seca o deshidratada? ¿Cómo se tratan estéticamente las pieles secas o deshidratadas? Los expertos de Clínica Esan te explican.
Diferencias entre piel deshidratada y piel seca
A pesar de que ambas pieles comparten síntomas de sensibilidad, incomodidad, tirantez y tienden a mostrar signos de envejecimiento prematuro, presentan importantes diferencias.
La primera y más importante consiste en entender que la piel seca es un tipo de piel con sus propias características y que puede atravesar ciclos de deshidratación.
Sin embargo la piel deshidratada es una condición puntual que se puede presentar en cualquier etapa de la vida y en cualquier tipo de piel.
Aunque las pieles secas suelen tener una mayor predisposición a sufrir deshidratación.
Agua y aceite
Como bien sabemos, la piel deshidratada necesita agua y la piel seca, aceite.
Por lo que sí a una piel deshidratada le aportamos lípidos, puede generar efectos secundarios como la aparición de granitos o exceso de brillo.
¡Aprende a darle lo mejor a tu piel!
¿Qué es la piel deshidratada?
La deshidratación de la piel es un síntoma puntual que puede presentarse en determinado momento a causa de diversas situaciones.
Desde cambios hormonales, hábitos de higiene, no ingerir suficiente agua, situaciones de estrés o cansancio, malos hábitos como el tabaco o el alcohol, hasta exponerse a entornos con bajos niveles de humedad.
¿Por qué sucede esto? La capa más superficial de la piel, posee entre un 10% y 20% de contenido en agua.
Cuando los niveles de agua están por debajo del 10%, se genera un exceso de pérdida de agua de la piel.
Produciendo que esta se descame, se vuelva áspera, opaca, apagada y tirante. Incluso que presente pequeñas fisuras.
Una clara señal de deshidratación.
Características de la piel deshidratada
- Es un estado reversible de la piel
- Sensación de tirantez, sensibilidad y textura rugosa al tacto
- Aumento de los poros
- Propicia la aparición de signos de envejecimiento prematuro
- Luce opaca, cansada y reseca
- Puede presentar estrías de deshidratación
¿Cómo cuidar la piel deshidratada?
Afortunadamente, al ser una situación temporal, las pieles deshidratadas pueden mejorar significativamente aplicando tanto productos como tratamientos estéticos según las necesidades específicas de cada paciente.
Sin embargo, estos deben enfocarse en recuperar los niveles de agua y rehidratar la piel.
Los tratamientos que aporten vitaminas, antioxidantes o ácido hialurónico, son perfectos para conseguirlo.
Ácido hialurónico: Activo hidratante
¿Sabías que el envejecimiento cursa con un descenso en la producción de ácido hialurónico sumado a la pérdida de calidad del colágeno?
El ácido hialurónico es una sustancia que se encuentra de forma natural en nuestro cuerpo y que posee propiedades intensamente hidratantes.
Puede absorber 1.000 veces su peso en agua y penetrar en los surcos de la piel, devolviéndole su aspecto liso y terso.
Por eso, los tratamientos con ácido hialurónico se convierten en grandes aliados cuando hablamos de deshidratación.
¿Qué es la piel seca?
La piel seca, que no es otra cosa que un tipo de piel. A diferencia de la piel deshidratada, esta padece un estado constante de sequedad, tirantez y malestar, principalmente a causa de factores genéticos.
Es decir, las glándulas sebáceas de la capa dérmica no producen suficiente grasa para mantenerla hidratada y lubricada.
Las pieles secas, pueden presentar distintos grados de intensidad: algunas son más fáciles de mantener y otras, requieren cuidados constantes.
Características de la piel seca
- Es un tipo de piel, que no se produce por factores externos
- Los poros suelen ser más pequeños
- Presenta carencia de lípidos lo que provoca dificultad para retener humedad en la piel
- Las pieles secas experimentan picor, descamación, pérdida de elasticidad y tirantez
- Tiene un aspecto aspecto pálido, desvitalizado e incluso rugoso
- Propicia la aparición de signos de envejecimiento prematuro
¿Cómo cuidar la piel seca?
Lamentablemente cuanto más fina y seca sea la piel, más se notarán los efectos secundarios, como por ejemplo las líneas de expresión, grietas, rojeces y manchas.
Pero tranquilo, existen numerosos tratamientos estéticos para tratar la piel seca y mejorar significativamente su aspecto y salud.
Uno de ellos, es la mesoterapia facial.
Cuando esta se realiza con productos que aportan nutrientes, abren los poros e hidratan, la piel se revitaliza mejorando su calidad, aspecto y opacidad.
¡Te invitamos a probarlo!
Cómo saber si tu piel está seca o deshidratada
Para tener una idea más clara de si tu piel está seca o deshidratada, lo primordial es consultar por una evaluación estética integral en Clínica Esan.
Nuestros doctores expertos podrán darte un diagnóstico y los pasos a seguir para darle a tu piel lo que necesita.
Sin embargo, existen algunas técnicas que puedes realizar en casa para diferenciar una piel seca y una deshidratada.
1. Piel seca: Es fácil de identificar, se siente áspera, acartonada o frágil al tacto.
Pasa la yema de los dedos por tu rostro hacia arriba y si notas líneas sobre la piel, podrías tener la piel seca.
2. Piel deshidratada: En comparación a su estado normal, ¿al tocarla la sientes más tensa? ¿Carente de brillo? ¿Notas unas pequeñas líneas que aparecen en las mejillas al poner los músculos tensos?
Haz la prueba de sonreír y notar si estas estrías aparecen y desaparecen al relajar los músculos de la cara.
Si esto sucede, tu piel está deshidratada.
Pautas para mantener la piel hidratada y combatir la sequedad
Para ayudar a tu cuerpo y a tu piel a mantener sus niveles de agua, te invitamos a seguir estos consejos que de seguro serán de gran ayuda.
- Bebe al menos 2 litros de agua al día
- Mantén una alimentación saludable y equilibrada. Consumir alimentos de origen vegetal es una muy buena forma de aportar nutrientes, antioxidantes, aminoácidos, grasas saludables y agua a tu cuerpo.
- Crea una rutina de belleza que se adapte a tus necesidades, incluyendo cremas, serums, exfoliantes y limpiadores para darle a tu piel los ingredientes extra que potenciarán su cuidado.
- No olvides lavar tu rostro en la mañana y en la noche.
- No utilices cosméticos ni jabones muy agresivos
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En Clínica Esan contamos con tratamientos estéticos faciales de última generación que consiguen penetrar en las capas más profundas de la piel para nutrirla desde adentro.
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